Se acabó la Eurocopa para España. Italia fue superior, más que nada en la primera parte, y supo vivir del gol de Giorgio Chiellini para rematar la faena en el tiempo de descuento. Los de Vicente del Bosque fueron demasiado tarde a por el partido y pudieron batir a Gianluigi Buffon, que se manchó los guantes en varias ocasiones para evitar el empate.
Conte mantuvo a los suyos en tensión
La diferencia se notó dentro y fuera del campo. Antonio Conte vivió con muchísima intensidad los 90 minutos, mientras que Vicente del Bosque empezó tranquilo y acabó desesperado desde la banda, aunque nada que ver con lo del seleccionador italiano.
Lo mismo se vio sobre el césped. Los transalpinos mordían y nosotros íbamos a medio gas, viéndolas venir y encomendándonos a un David de Gea al que más de uno rajó tras la derrota ante Croacia sin pensar que ayer firmaría un partidazo para callar muchas bocas.
Rechace maldito
El primer gol de la tarde llegó en el minuto 33, cuando Éder lanzó una falta con potencia buscando el palo del portero. De Gea todavía estaba dando instrucciones a sus compañeros, pero reaccionó a tiempo. ¿El problema? Que dejó el balón muerto en el área pequeña y los italianos fueron con más ganas que los españoles a por él. Emanuele Giaccherini se anticipó a Gerard Piqué y evitó que De Gea despejara el balón, con tanta suerte que acabó en las botas de Chiellini, que a un metro de la portería no falló.
Los minutos pasaban y las ocasiones siempre caían del mismo bando. Antes y después del gol los italianos pusieron en aprietos a De Gea, que se las sacaba de encima como podía. ‘La Roja’ necesitaba pasar por el vestuario para coger aire.
España apretó en la segunda parte
Lo cogió rápidamente porque Italia asumió su rol de equipo que defiende el resultado con uñas y dientes. Se sienten cómodos viéndolas venir, entre otras cosas porque juegan con tres defensas de la Juventus que son auténticos muros. Chiellini, Bonucci y Barzagli se sintieron muy cómodos atrás. Por arriba se las llevaban todas y daba la sensación de que el empate no iba a llegar nunca.
España llegó a tener buenos minutos. Llegó a dar la sensación de que se podía forzar la prórroga. Sin embargo, ocasiones claras claras hubo pocas. La mejor de todas fue un empalme de Andrés Iniesta que despejó Buffon a córner. Fue un disparo potente, pero demasiado centrado como para sorprender a un gato viejo que no ha perdido reflejos.
La sentencia de Pellè
La sentencia llegó en el tiempo de descuento, con el equipo volcado al ataque. Graziano Pellè fulminó nuestras ilusiones rematando a placer un balón imposible para De Gea. Era el final de una bonita historia que no ha tenido continuación ni en el Mundial ni en la Eurocopa. Del Bosque debe dar un paso al lado, pero debe darlo entre aplausos y reconocimientos. Ganar un Mundial y una Eurocopa no es cualquier cosa.
Lo que he echado de menos
Sé que es muy fácil hablar a todo pasado. No voy a criticar a Del Bosque, pero sí me gustaría decir que he echado de menos algunas cosas.
He echado de menos a Isco, que habría aportado algo diferente en ataque. Entre tanto pase inofensivo, la magia del malagueño nos hubiera venido muy bien. Lo mismo puedo decir de Thiago, que en mi opinión ha tenido muy pocos minutos. Podría haber sido titular en lugar de Cesc Fábregas perfectamente. El centrocampista del Chelsea ha rendido a un nivel bastante bajo.
Por último, no hubiera sido mala idea colocar a Héctor Bellerín de lateral derecho. Sé que el del Arsenal ha sido convocado por la lesión de Dani Carvajal, que iba a ser el titular. Sin embargo, viendo su temporada en Inglaterra, si hubiera sentado a Juanfran nadie habría dicho nada.