Pep Guardiola es en estos momentos uno de los entrenadores más deseados del mundo, algo que no debería extrañar a nadie. Pese a que lleva muy poco tiempo ejerciendo de entrenador en un equipo de fútbol profesional (esta es su tercera temporada al frente del FC Barcelona), ha logrado lo que muchos no han conseguido en décadas en los banquillos.
Con esto no me estoy refiriendo sólo a los títulos que ha logrado, sino al fútbol que practica su equipo. Desde su llegada, el mejor fútbol se puede ver en el Camp Nou, donde merece la pena pagar por una entrada para disfrutar de 90 minutos apasionantes. Buena muestra de ello la tuvimos el pasado lunes, cuando el Real Madrid de Mourinho sucumbió con estrépito por 5-0 dejando una muy mala imagen.
Por todo eso y mucho más, dos de los clubes con más poder adquisitivo del Europa se han interesado en Guardiola. Inter de Milán y Chelsea están dispuestos a tirar la casa por la ventana para convencer al técnico catalán. Sin embargo, sabemos de buena tinta que lo principal para él no es el dinero, sino sentirse cómodo y a gusto en su trabajo. Ahora mismo en Barcelona es feliz y todo el mundo está encantado con él, desde los directivos hasta la afición.
Roman Abramovich es quien más interés ha mostrado en las últimas semanas. Quiere que el estilo Barça llegue a Stamford Bridge y para ello ya ha contactado con Txiki Beguiristain para que asuma el cargo de secretario técnico. Sin embargo, el siguiente paso será convencer a Guardiola, algo que sin duda no será cosa de un día.