Los jugadores del Barça lo están pasando mal. Los resultados cosechados en los últimos partidos han dejado al equipo en una situación muy delicada, y eso que tras la victoria en el Santiago Bernabéu todo parecía ser de color de rosa.
La última derrota, la de este pasado sábado en Granada, les ha dejado con muy pocas opciones de luchar por el título de Liga, que cada vez está más cerca de acabar en las vitrinas del museo del Atlético de Madrid. Por eso algunos aficionados han perdido los nervios y ya están rajando a diestro y siniestro a los que no hace mucho tiempo les hicieron disfrutar como enanos.
Piden explicaciones
La memoria es muy corta en el mundo del fútbol. Lo sabemos desde hace tiempo. Sin embargo, creo que no se puede tolerar lo que sucedió cuando los jugadores llegaron a Barcelona tras perder en Granada. No puede ser que un grupo de aficionados (por no decir otra cosa) les esperen en el Camp Nou para insultarles.
Solo Javier Mascherano se paró para hablar con ellos. Frenó su Audi, bajó la ventanilla y dialogó durante algunos segundos. Los demás (Leo Messi, Xavi Hernández y compañía) salieron lo más rápido posible porque no querían saber nada de quienes no están sabiendo valorar el trabajo de un equipo que durante varios años ha sido el mejor del mundo con diferencia.