El futuro de Andrés Iniesta, al igual que el de Xavi Hernández en su día, no pasa por retirarse en el Barça. Aunque firmó un contrato vitalicio que propició una foto de familia muy bonita, lo cierto es que el manchego quiere seguir jugando al fútbol lejos de España, donde siente que sus días están terminando.
La noticia se hará oficial cuando termine la final de la Copa del Rey que los culés disputan ante el Sevilla en el Wanda Metropolitano. Iniesta no ha podido rechazar una de las cuatro ofertas que recibió de clubes chinos.
Cobrará un dineral y venderá muchísimo vino en China
El entorno del jugador no quiere desvelar qué club se ha llevado el gato al agua. Hablan de una cláusula de confidencialidad para no soltar prenda. Lo que está claro es que van a satisfacer todos sus deseos, ya que no solo percibirá una cifra que podría rondar los 30 millones de euros por temporada, sino que también van a complacerle en otros sentidos.
Uno de ellos tiene que ver con el vino. Iniesta es propietario de una bodega que podrá exportar 2 millones de botellas al año a China durante una década, o al menos eso es lo que se rumorea. El de Fuentealbilla es consciente de que es un mercado muy importante y considera que esa ayuda será clave para asentarse en el gigante asiático. Además, también pondrán en marcha un campus para niños con el que reforzarán la imagen de Bodega Iniesta.
El contrato que firmará, que seguramente será el último de su carrera deportiva, le llevará a jugar durante tres temporadas en China. El Tianjian Quanjian de Pato y Witsel es el que está mejor posicionado, pero tampoco hay que descartar al Chongqing Dangdai. La decisión ya está tomada y muy pronto la conoceremos.