Inglaterra estuvo muy cerca de la derrota ante Ucrania en su segundo partido de clasificación para el Mundial 2014. No se sintió cómoda en ningún momento y se vio sorprendida por un golazo de Yevhen Konoplienka en el minuto 39.
A falta de cinco minutos para el final Danny Welbeck provocó un penalti que el colegiado turco Cuneyt Cakir no dudó en señalar. Frank Lampard fue el encargado de transformarlo con la fiabilidad que le caracteriza, aunque no hubo tiempo para mucho más.