Colombia no estará en los cuartos de final por culpa de la tanda de penaltis, que cayó del lado de los ingleses. A decir verdad no merecieron clasificarse, lo mismo que se puede decir de su rival anoche. Vimos un partido bastante aburrido que no se animó hasta el final, cuando la cosa se calentó y Yerry Mina fue capaz de igualar la contienda en el tiempo de descuento.
Partido más bien aburrido
El 0-0 de la primera parte hacía presagiar que el duelo de octavos se iba a decidir por pequeños detalles. El primero de esos detalles fue el penalti estúpido de «La Roca» Sánchez, que no contento con su estúpida expulsión en el primer partido ante Japón, cometió una pena máxima innecesaria al derriba a Harry Kane.
Kane no faltó a su cita con el gol
El internacional inglés, que es Bota de Oro del Mundial con 6 goles en 3 partidos, no falló desde los 11 metros. Ya lleva 3 en este Mundial de Rusia desde esa distancia y es evidente que su fiabilidad es total. De hecho, en la tanda de penaltis tampoco le tembló el pulso a la hora de batir a Ospina.
Mina volvió a marcar, pero eso no significa que sea Beckenbauer
Colombia, con el marcador en contra, trató de igualar el partido con más corazón que cabeza. A los de Pekerman se les acababa el tiempo y se llegó al descuento con la sensación de que no serían capaces de lograr un tanto con el que forzar la prórroga. Eso hasta que apareció Yerry Mina, que a la salida de un córner remató de cabeza con todo para sorprender a Pickford. Fue un gran gol y era el tercero en este Mundial, pero de ahí a decir que Ernesto Valverde debería darle más minutos en el Barça… Es como decir que un delantero que no le marca un gol ni al arcoíris tiene que jugar más porque defiende muy bien. Lo primero es lo primero, y en eso ya hemos visto que flojea.
Iturbe y Bacca fallaron en la tanda de penaltis
En la prórroga no pasó demasiado y los penaltis fueron muy emocionantes. Henderson falló el cuarto de los ingleses y Colombia lo tenía todo de cara, pero Iturbe erró y después Trippier la puso en la escuadra. Toda la responsabilidad era para Carlos Bacca, que vio como Pickford se sacaba de la manga un paradón. Después llegó Dier y batió a Ospina por poco.