Ronaldinho estuvo a punto de acabar en el hospital durante su visita a la India. Viajaba para estar presente en la inauguración de la Copa Sait Nagjee y miles de aficionados le esperaban por las calles para saludarle. Normal teniendo en cuenta que es un ídolo de masas.
Circulaba en un coche custodiado por la policía cuando de repente un semáforo enorme y oxidado cayó sobre el asfalto para sorpresa de los allí presentes.
Una experiencia que no olvidará jamás
Al conductor le dio tiempo a frenar, pero seguro que el brasileño y el resto de ocupantes se llevaron un susto de muerte. Un semáforo de semejantes características hubiera destrozado el coche, sobre todo teniendo en cuenta que no era un todoterreno como el de la policía.
Los agentes de seguridad que actuaban como cordón policial a pie de calle retiraron el semáforo en cuestión de segundos y Ronaldinho pudo continuar su recorrido para reestrenar un campeonato que no se disputaba desde 1995.
Las autoridades creen que el semáforo se vino abajo por la avalancha de gente, lo cual parece bastante lógico. Lo que no es tan normal es que un semáforo tan pesado se desprenda de la calzada con tanta facilidad. Sea como sea, Ronnie está sano y salvo y su próxima parada será Ecuador, donde disputará un partido con el Barcelona de Guayaquil.