¿Nunca has visto la película ‘El curioso caso de Benjamin Button’? Es una historia sobre un hombre que nace en el cuerpo de una persona de 80 años y con el paso del tiempo va rejuveneciendo. Pues bien, por lo visto Zlatan Ibrahimovic está viviendo algo parecido, o al menos eso es lo que aseguró después de aportar su granito de arena en la victoria de su equipo en campo del Sunderland por 0-3.
Su última delicatessen
El sueco dice que nació viejo y morirá joven. Se siente en plena forma y no considera que su retirada del fútbol esté cercana. Más bien todo lo contrario.
Sus declaraciones, como suele ser habitual, sorprendieron a los periodistas que acercaron el micrófono para conocer sus impresiones sobre un partido que les vuelve a dar alas de cara a terminar entre los cuatro primeros puestos de la Premier League:
Cuanto más viejo me hago más inteligente soy. Evidentemente, no me pudo mover como hace 5 o 10 años. No gasto energía en aquello que no merece la pena, y es por ello que mi forma de jugar está mejorando continuamente. Me siento como Benjamin Button.
No hay que olvidar que Ibra ya tiene 35 años. No es un chaval, aunque los números todavía le acompañan y el Manchester United está deseando que renueve. Sin embargo, parece que su futuro está en Estados Unidos, donde Los Angeles Galaxy le están preparando un buen contrato para convencerle como ya hicieron con David Beckham y Steven Gerrard.
Una vieja máquina de marcar goles
Un dato que habla muy bien de su «juventud» es que este pasado fin de semana logró su gol número 250 desde que tiene 30 años. Todo un récord.