Zlatan Ibrahimovic ha dicho adiós a la temporada y no volverá a vestir la camiseta del Manchester United. El gigante sueco se lesionó de gravedad en el último partido de la Europa League y estará apartado de los terrenos de juego de nueve a doce meses. Eso significa que no reaparecerá hasta 2018, así que es normal que en estos momentos se dé por acabada su etapa en Old Trafford.
No sale a cuenta renovarle
Ibra lo asume, y de hecho tenía muchas dudas sobre su continuidad. Esta lesión las despeja todas porque al United no le interesa renovar a un jugador que como mínimo se perderá la mitad de la próxima temporada. Cobrando lo que cobra, es lo más sensato del mundo.
Preocupación en los Galaxy
Mientras Marcus Rashford se frota las manos sabiéndose titular, en Los Ángeles se preocupan por el estado físico del que será su nuevo jugador franquicia. Esta lesión les trastoca un poco los planes porque puede que no esté listo para el inicio de la Major League Soccer, y por otra parte genera algo de temor. Tras un percance tan grave hay jugadores que no vuelven a ser los mismos, sobre todo cuando ya tienes una edad. En octubre cumplirá 36 años y su pierna no se recuperará tan bien como si tuviera 20.
Sus compañeros le arropan
Ander Herrera es optimista sobre su vuelta a los terrenos de juego y no cree que se vaya a retirar:
Por supuesto que puede volver. En primer lugar, porque físicamente es un privilegiado. Es puro físico, su cuerpo es uno de los mejores que he visto, por lo que creo que para él será más fácil volver.
Aviso para navegantes
El propio Zlatan, haciendo alarde de su conocido narcisismo, se ha apresurado a comentar que ya ha sido capaz de jugar con una sola pierna. Además, en respuesta a quienes le ven colgando las botas, ha dicho que será él quién decidirá cuándo llega el momento de retirarse.