Zlatan Ibrahimovic es una de las grandes bazas de José Mourinho para convertirse en nuevo entrenador del Manchester United. Como he comentado hace unas horas, el técnico portugués está buscando casa cerca de Mánchester para que no le pille el toro. Tiene un precontrato firmado y está convencido de que no habrá problemas para oficializarlo en las próximas semanas, pero en las últimas horas le han entrado las dudas por culpa de los gestos de Ed Woodward (el propietario) y Sir Alex Ferguson (el director deportivo).
Lo tiene muy claro
Ambos han mostrado su apoyo a Louis van Gaal, que desde que llegó al club está haciendo las cosas bastante mal. El holandés ha perdido el apoyo de la grada e incluso algunos jugadores consideran que lo mejor para el equipo es que se marche este verano.
Ibra, cuyo contrato con el PSG termina el 30 de junio de 2016, no tiene intención de renovar y está dispuesto a probar suerte en la Premier League por primera vez en su carrera deportiva. Eso sí, la única condición que va a exigir a la hora de firmar es la de que Van Gaal no sea el entrenador del United. Ya metió la pata en Barcelona topándose con Pep Guardiola y no quiere que le pase lo mismo en Old Trafford.
Una definición poco elegante
Dicha condición no pillará por sorpresa a nadie si tenemos en cuenta lo que escribió en su autobiografía. Definió al técnico tulipán como un culo pomposo, así que la relación entre ambos no debe ser la mejor a pesar de que nunca han coincidido. Todo lo contrario puede decir de Mourinho, a quien siempre ha defendido públicamente.