Zlatan Ibrahimovic ha vuelto a soltar una de sus perlas. El ex del PSG ha comentado que es demasiado bueno como para volver a la liga sueca, algo que no hacía falta decir porque todos sabemos que tiene nivel para jugar en ligas superiores a la de su país.
Algunos aficionados del Malmö, club con el que debutó como profesional cuando tenía granos en la cara, se habían hecho ilusiones pensando en el regreso del hijo pródigo. Sin embargo, sus declaraciones dan a entender que no vestirá la camiseta de su primer club hasta que no ande con un bastón en la mano.
Sin pelos en la lengua
Su prepotencia le ha jugado una mala pasada por enésima vez, aunque estoy convencido de que no le importa lo que digan los demás. A sus 34 años sabe que puede decir lo que le dé la gana y no le preocupa lo que los aficionados piensen de él. Al más puro estilo Ronaldo, su carácter arrogante le empuja a tener seguidores y detractores a partes iguales.
Con el modo desafiante e irónico activado, Ibra comentó en rueda de prensa que se lo está pasando en grande leyendo los rumores sobre su futuro que están difundiendo los medios. No ha querido decir nada sobre el Manchester United y solo abrirá la boca para acabar con la intriga cuando se canse:
Pienso que es divertido leer sobre todas las especulaciones. Cuando me canse, anunciaré en qué equipo voy a jugar.
¿Berg o Guidetti?
Para terminar, interrogado sobre sus preferencias a la hora de compartir la delantera, el gigante sueco dejó caer que prefiere jugar al lado de Marcus Berg, el hombre que se está jugando un puesto en el once titular con John Guidetti, el atacante del Celta:
Guidetti todavía no se ha encontrado del todo, no debe desperdiciar energía en cosas que no debe hacer. Debe trabajar en ello. En cambio ahí Berg está al cien por cien, aunque son bastante parecidos. Guidetti tiene más fútbol, Berg es más un goleador. Será decisión de Hamrén.
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