Después de llegar a las semifinales de la Eurocopa que se disputó en Bélgica en 1972, no habíamos vuelto a saber nada más de Hungría en el mayor torneo continental. Por eso ayer celebraron por todo lo alto su clasificación para la Eurocopa de Francia tras derrotar a Noruega en la repesca.
Alegría inesperada
Los nórdicos perdieron días antes en Oslo por 0-1. Ayer se repitió la historia en Budapest (2-1) y la selección magiar cumplió un sueño en el que no creían demasiado. No les vemos en una gran competición desde que disputaron la primera fase del Mundial de México de 1986, así que es normal que estén eufóricos.
Su veterano portero fue decisivo
La estrella esta vez no fue un delantero de la talla del legendario Ferenc Puskás. Quien salvó a su selección fue Gábor Király, un portero que a sus 39 años milita en las filas del modesto Szombathelyi Haladás, que es donde empezó a dar sus primeros pasos antes de jugar en la Premier League y en la Bundesliga.
Con sus míticos pantalones largos de chándal al más puro estilo portero de balonmano, Király desquició a los noruegos, que lo intentaron por activa y por pasiva con Martin Odegaard sobre el césped durante los primeros 45 minutos. El madridista fue sustituido al descanso por Pedersen.
Tamás Priskin, del Slovan de Bratislava, hizo el 1-0 en el minuto 14. El segundo fue obra de Henriksen en propia puerta en el minuto 83, mientras que el 2-1 definitivo lo estableció el propio futbolista noruego a falta de tres para el final. La remontada era prácticamente imposible.
Así las cosas, los pupilos del alemán Bernd Storck tratarán de dar la sorpresa en una Eurocopa que contará con otras novedades, como por ejemplo la de Islandia, que se clasificó por primera vez en su historia para disputar la fase final de un gran torneo.