Mats Hummels tiene los días contados en el Borussia Dortmund. Sobre todo después de lo que hizo ayer durante el partido de Champions que les enfrentó a la Juventus de Turín y que terminó con la aventura europea de los hombres de Jürgen Klopp.
Los aficionados, dolidos por el resultado y la mala imagen del equipo, no tardaron en silbar a los jugadores para expresar su descontento. Eso es muy habitual en España o Italia, pero no lo es tanto en países como Alemania. Por eso el central, que portaba el brazalete de capitán, no tardó en utilizar uno de los dedos de su mano derecha para llevárselo a los labios en un gesto desafortunado.
Insultar no, pero silbar…
No me parece bien que la gente vaya a los estadios a insultar a los jugadores, pero creo que están en su derecho de silbar cada vez que les venga en gana. Como suele decir en Facebook uno de nuestros seguidores, el público siempre tiene la razón porque paga mucho dinero para entrar al campo, así que no hay que cortar su libertad de expresión siempre que se comporte de forma respetuosa.
Las explicaciones del internacional alemán
Hummels fue preguntado por el gesto justo después del partido, algo que aprovechó para justificarse:
Si silban en la Bundesliga no hay problema, pero en la presente edición de la Champions League no lo encuentro razonable.
¿Crees que hizo bien? ¿Lo haría si supiera que la temporada que viene va a continuar? Es evidente que tiene un pie y medio en el Manchester United, y no es el único que hará las maletas cuando termine un año para olvidar.
Para terminar, decir que no es la primera vez que se ha dirigido al público. Lo hizo semanas atrás cuando el equipo tocó fondo en la Bundesliga, aunque en aquella ocasión se le vio más comprensivo y cariñoso con la afición.