La afición del Betis quiso dar su último adiós a Miki Roqué, quien como sabéis nos dejó el pasado domingo por culpa de un cáncer óseo que no pudo superar. El futbolista de Tremp ha dejado un vacío muy grande, será difícil olvidarle.
Los aficionados verdiblancos no estuvieron solos en el homenaje que se le rindió ayer a las puertas del Benito Villamarín. Los sevillistas también quisieron estar allí para apoyar a los béticos, pues nadie mejor que ellos saben lo que se siente al perder a un joven deportista. Les ocurrió con Antonio Puerta en 2007.
Cuando el cáncer golpea fuerte y los que se empeñan en señalar motivos con el dedo no encuentran culpables… ¡cuanto dolor Miki, cuanto dolor!