Hazard; de héroe a villano

Hazard Chelsea
En el mundo del fútbol no hay verdad más verdadera que la que dice que la memoria no existe, o que en todo caso es muy corta. Ayer pasabas desapercibido, hoy eres el rey y mañana te abuchearán. A un futbolista se le exige un rendimiento igual de regular que el de una máquina programada para crear el chasis de 10.000 vehículos al año. No puede haber bajones en la producción, y como mucho se acepta alguna que otra tara que entra dentro de lo posible.

El caso de Eden Hazard, que la temporada pasada disfrutó del galardón al mejor jugador de la Premier League, es el mejor ejemplo posible para describir lo que puede suceder con un crack. Cuando elevas tu listón al 9,5 sobre 10, no puedes bajarlo al 5 de la noche a la mañana. Tu ficha ha pasado de ser de 9,5 y el número de camisetas con tu nombre se ha multiplicado por 9,5. Por eso no puedes defraudar a los que te pagan y a los que corean tu nombre. No puedes dejar tirados a los que han invertido todos sus recursos en Comunio confiando en los puntos que esperan conseguir jornada tras jornadas.

Pensábamos que sin Mourinho acabarían sus males

Al principio se dijo que la relación entre José Mourinho y Hazard no era buena. La prensa británica trató de explicarnos que organizaron un malvado complot contra el técnico portugués, siendo el belga uno de sus principales cabecillas. Se habló de algo tan poco profesional como lo que se conoce con la expresión de «hacer la cama», algo que existe y es real, y sino que se lo pregunten a Rafa Benítez, que todavía se acordará de Cristiano Ronaldo y compañía.

Con el paso del tiempo, y ya con Mourinho en el paro, nos hemos dado cuenta de que lo de Hazard no era una cuestión de desgana. Lo suyo es más preocupante, y realmente no sé si decir que los problemas son de sobrepeso, de confianza o de las dos cosas a la vez. Lo que es indudable es que tiene calidad para dar y regalar, motivo por el cual hay varios clubes interesados en su contratación, entre los que se encuentran el Real Madrid y el PSG.

Hazard y Di Maria

Las comparaciones son odiosas

En lo que va de temporada ha disputado 26 partidos en la Premier League y 8 en la Champions League. ¿Y qué es lo más increíble? Que no ha marcado ni un solo gol. De hecho, ni siquiera ha visto puerta en la Copa de la Liga o en la Community Shield. La única competición que le ha visto marcar ha sido la FA Cup, puesto que mojó ante el Milton Keynes Dons y ante el Manchester City, dos partidos que acabaron 5-1 a favor del Chelsea.

Si uno compara esos registros con los de la temporada pasada, lo mínimo que puede hacer es echarse las manos a la cabeza. En la 2014-2015 anotó 14 goles en la Premier y 3 en la Champions. Fue el líder de un equipo campeón que sonreía bajo su batuta. Una batuta que ha perdido por completo y que no sabemos si va a recuperar a las órdenes de Antonio Conte, que imagino que no se querrá desprender de él.

El gesto que ha molestado a los incondicionales

Todo esto mosquea, pero lo que más ha escocido a los aficionados ha sido lo que sucedió el pasado miércoles en el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions. Ni corto ni perezoso, intercambió su camiseta con la de Ángel Di María al descanso, cuando su equipo empataba a uno y estaba virtualmente eliminado de la competición. Ese gesto, que a mí personalmente no me parece tan grave, caldeó a los socios del Chelsea y se convirtió en caldo de cultivo para los principales periódicos ingleses, que no dudaron en cebarse con él dedicándole parte de sus portadas con frases como esta: «La camiseta hiere a los seguidores».

Hazard y Oscar
Hazard fue abucheado por su propia afición en el minuto 77, cuando fue sustituido por Oscar. Vivió algo que no es muy habitual en Inglaterra y que debe dejarte bastante tocado. Por eso tengo muchas dudas sobre su continuidad, aunque su traspaso no va a ser nada fácil teniendo en cuenta que ahora mismo hay muchas dudas sobre su valor de mercado. Sus pretendientes hablarán de su nefasta temporada para negociar a la baja, mientras que el Chelsea recurrirá a los vídeos de la temporada 2014-2015 para negociar al alza. En cualquier caso, el ’10’ tendrá una oportunidad de oro en la Eurocopa 2016, donde espera conquistar el título con Bélgica. Será su mejor escaparate para demostrar que sigue siendo un jugador determinante, de los que hacen que merezca la pena pagar auténticas burradas por una entrada de fútbol.

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