Pep Guardiola pudo respirar aliviado anoche tras la victoria del FC Barcelona en Mestalla. Sin embargo, no pudo celebrar el triunfo como le hubiera gustado, pues sufre lumbalgia severa y ha tenido que ser ingresado en el Institut Universitari Dexeus de Barcelona.
El técnico de Santpedor viajó infiltrado con el resto de la expedición. No podía soportar el dolor y tuvieron que recurrir a ello para que se pudiera sentar en el banquillo de Mestalla. Una vez iniciado el encuentro se le vio activo, nervioso y dando instrucciones a sus jugadores. Por ello, y porque el efecto de la infiltración acaba desapareciendo con el paso de las horas, ha empeorado su lumbalgia y ha tenido que ser ingresado. Que reciba el alta antes de este fin de semana dependerá de su evolución.