Pep Guardiola te puede gustar más o menos. Te puede caer mejor o peor. Pero lo que nadie puede negar es que es un tipo inteligente. Lo demostró en su etapa como futbolista y lo está demostrando una vez más en su etapa como entrenador. En el Barça supo construir un equipo ganador que enamoró al mundo y también supo cuándo era preciso saltar del barco.
En su nueva etapa, la del Bayern de Múnich, empezó con problemas porque perdió la Supercopa de Alemania ante el Borussia Dortmund. El resto de la temporada le fue bastante bien, porque conquistó la Supercopa de Europa, el Mundial de Clubes, la Copa y la Bundesliga. Esta última competición con un récord histórico y sin perder ni un solo partido. Lo malo fue la dura eliminación en la Champions League y que su Bayern venía de hacer un triplete histórico de la mano del gran Jupp Heynckes. Por eso le llegaron a llover palos por el tiki-taka, aunque ahora que la selección alemana ha ganado el Mundial de Brasil con el tiki-taken a ver quién protesta.
Una de las mejores plantillas de Europa
Ha perdido a Toni Kroos (Real Madrid) y a Mario Mandzukic (Atlético de Madrid), pero a cambio se ha reforzado con las llegadas de Juan Bernat (Valencia), Sebastian Rode (Eintracht Frankfurt) y Robert Lewandowski (Borussia Dortmund). Sabe que dirige a una de las mejores plantillas del mundo y es consciente de que la exigencia es máxima. Por eso él mismo se ha encargado de decir que si este año no gana vendrá otro entrenador.
Se le exige la Champions
Su estilo de juego ya se ha implantado en el Bayern. Ahora solo falta que lleguen los resultados en la Champions, que al fin y al cabo es el título más importante. En España o en Inglaterra se puede llegar a decir que lo más importante es la competición doméstica, pero allí no. Allí dan por hecho que el Bayern será campeón y es bastante lógico. Ni siquiera el Borussia Dortmund, que ha vendido a sus principales estrellas y solo se ha quedado con Reus, es capaz de hacerle sombra.