A Pep Guardiola no le salió nada bien su apuesta en el Clásico del pasado sábado. Decidió cargarse a Cesc Fábregas y no se acordó de Pedro Rodríguez para un partido de alto voltaje que requería algo de experiencia en el campo. Prefirió alinear a Cristian Tello y Thiago Alcántara, dos futbolistas de mucho talento que tal vez tengan que foguearse un poco más antes de jugar partidos de este calibre, sobre todo el extremo de Sabadell.
El caso es que el técnico catalán está muy enfadado porque ese revolucionario once se filtró a la prensa muchas horas antes de que el partido empezara. Teniendo en cuenta que el entrenamiento previo se hizo a puerta cerrada, está claro que algún jugador de la plantilla decidió hablar más de la cuenta para hacerle un favor a un periodista afortunado. ¿Tal vez Gerard Piqué? ¿Tal vez Cesc Fábregas?
Las críticas del de Santpedor no se produjeron después del partido. Fue antes de que salieran a calentar cuando habló con sus jugadores a modo de profesor de colegio. Un alumno se había ido de la lengua y buscaba al culpable. ¿Lo encontró?