La presentación de Jérémy Mathieu no se pareció en nada a la de Neymar del año pasado. El nuevo jugador del Barça, que llega procedente del Valencia tras una larga negociación, se topó con un ambiente cuanto menos hostil. Los pocos aficionados que se acercaron hasta el Camp Nou se dedicaron a gritar «¡Zubi dimisión!» mientras posaba junto a su nueva elástica con Josep Maria Bartomeu, Jordi Mestre y Andoni Zubizarreta.
Primero reproches, luego aplausos
Luego llegaron los aplausos cuando saltó al césped con la camiseta azulgrana, pero lo cierto es que fue una situación bastante desagradable para Mathieu. Que los aficionados griten lo que gritaron significa que no están contentos con tu fichaje. Y yo en parte lo entiendo, porque tiene 30 años y han pagado 20 millones. Pero merece todo el cariño y toda la confianza porque todavía no ha empezado la temporada y porque en el Valencia ha demostrado que es uno de los mejores centrales de la Liga. Otra cosa es que le quede mucha o poca cuerda.
Le toca demostrar que nadie se ha equivocado
El propio futbolista reconoció en rueda de prensa que la oportunidad le llega un poco tarde. Llegó a sonar para el Barça antes, pero su fichaje no se ha podido concretar hasta este verano. Como bien dice, llega en el mejor momento de su carrera deportiva. Ahora tendrá que demostrarlo sobre el césped, y estoy convencido de que jugará con una motivación extra para demostrar a todo el mundo que Zubizarreta no se equivocó fichándole. Ni él ni Luis Enrique, que fue quien le llamó hace un mes y medio para decirle que contaba con él como central.