El Manchester United volverá a ser uno de los grandes animadores del próximo mercado de fichajes. Los ingleses, que tienen dinero para dar y regalar gracias a contratos publicitarios como el de Chevrolet, van a tirar la casa por la ventana una vez más para satisfacer a un José Mourinho que poco a poco está convenciendo a los más críticos, aquellos que empezaban a temer lo peor cuando el equipo estaba lejos de la cuarta plaza y las cosas no andaban nada bien en la Champions League.
Sabemos que Antoine Griezmann siempre ha estado en la agenda de los diablos rojos. Sin embargo, el francés de momento no se mueve de la capital de España, aunque hay quienes se atreven a decir que será su último año en el Atlético de Madrid. Tiene ganas de jugar en uno de los clubes más legendarios de Europa (que no se ofendan los atléticos porque ellos también son muy grandes) y le haría mucha ilusión pisar el césped de Old Trafford. ¿El problema? Puede que ya no sea el objetivo número uno de Mou.
Mbappé y Lewandowski gustan mucho
Se rumorea que hay un par de alternativas que están cogiendo fuerza en las últimas semanas. Alternativas completamente distintas si hablamos de probabilidades de que se produzca el fichaje.
Por un lado hay que hablar de Kylian Mbappé, un joven delantero de 18 años que tarde o temprano abandonará el Mónaco. Cada vez tiene más minutos a las órdenes de Leonardo Jardim, y eso que Radamel Falcao lo está bordando. Pronto será un fijo en la selección francesa y quién sabe si llegará a ser tan grande como Thierry Henry, con quien comparte la capacidad para jugar como punta por el centro o por las bandas.
El otro objetivo está más complicado. Robert Lewandowski difícilmente abandonará el Bayern de Múnich para probar suerte en la Premier League. El Real Madrid ya tanteó su fichaje y el polaco decidió quedarse en Alemania, donde cobra un dineral y no se cansa de escuchar piropos. Además, tiene 28 años y no sería una apuesta de futuro como la de Mbappé.
La cláusula de Griezmann es un impedimento
Termino comentando que la cláusula de rescisión de Griezmann es de 100 millones de euros, una cantidad desorbitada a la que siempre se ha referido Enrique Cerezo. El máximo mandatario del Atlético de Madrid no quiere despojarse de su mejor futbolista.