El Atlético de Madrid podrá viajar a Lisboa tranquilo. No se la tendrá que jugar en un estadio donde perdió la final de la Champions League dos temporadas atrás. Los del Cholo Simeone hicieron los deberes ante un Galatasaray inoperante que solo tuvo una oportunidad clara en todo el partido.
Monólogo rojiblanco
Fue en las botas de Wesley Sneijder, uno de los recursos más utilizados por los turcos cuando se trata de ver puerta. El futbolista holandés se plantó ante Jan Oblak, pero su disparo cruzado con la pierna izquierda se perdió por la línea de fondo.
A partir de ese momento el dominio fue totalmente rojiblanco. Monopolizaron la posesión de balón y llegaron al área de Fernando Muslera con mucha facilidad. Por eso no es de extrañar que antes del descanso llegara el primero, obra del de siempre.
Antoine Griezmann cabeceó a gol un gran centro de Gabi, que se la puso con música para que rematara sin oposición. Pasó en el minuto 12.
Tras la reanudación llegó el segundo y tuvo a los mismos protagonistas. Gabi se lució en una jugada por la banda tirando un caño para meterse dentro del área. Levantó la cabeza, vio a Griezmann en una buena posición y se la puso a la perfección para que solo tuviera que empujarla. El Vicente Calderón disfrutó y pidió más goles, pero Fernando Torres, Koke y Luciano Vietto no estuvieron acertados de cara a puerta.
En el otro partido del grupo, que se disputó horas antes, el Benfica las pasó canutas. Empató de milagro en campo de un Astaná que llegó a mandar por 2-0. Un doblete de Raúl Jiménez, que curiosamente llegó este pasado verano procedente del Atlético, fue suficiente para que los portugueses mantengan el liderato del grupo. Si el Atlético quiere acabar como primero, tendrá que ganar en Da Luz.
Así está el grupo
Benfica: 10 puntos
Atlético de Madrid: 10
Galatasaray: 4
Astaná: 3