El Barça empieza a encarrilar su clasificación para los octavos de final de la Champions League. Anoche ganó a domicilio al Tottenham por 2-4 y en estos momentos lidera el grupo junto al Inter de Milán, que no falló en Eindhoven y derrotó al PSV por 1-2 con goles de Nainggolan e Icardi.
Regalo de Lloris para empezar
Leo Messi no faltó a su cita con el gol y resolvió el partido. Un partido que empezó muy bien para los catalanes, ya que Coutinho abrió la lata en el minuto 2 gracias a un grave error de Hugo Lloris, que se fue a por Jordi Alba y descuidó su portería por completo, lo que permitió que el brasileño rematara a placer.
Golazo de Rakitic
Ivan Rakitic amplió la diferencia en el minuto 28 con un disparo que rebotó en el poste antes de que el balón terminara alojado al fondo de las mallas. Así se llegó al descanso, con la sensación de que el Barça lo tenía hecho.
Kane se inventó una obra de arte
El Tottenham no tiró la toalla y fue capaz de recortar distancias con un gran gol de Harry Kane, que le hizo un traje a Nélson Semedo antes de batir a Marc-André ter Stegen con un buen disparo en el minuto 52.
Messi y sus mejores socios
La reacción culé no se hizo esperar porque Messi marcó a pase de Jordi Alba tras un gran amago de Luis Suárez, aunque Erik Lamela volvió a ponerle emoción al partido en el minuto 66 con algo de fortuna, ya que el balón salió despedido de su bota izquierda y golpeó en el cuerpo de Clément Lenglet, algo que despistó a un Ter Stegen que no pudo corregir su posición en pleno vuelo.
Messi volvió a aparecer en el último minuto, y una vez más con la fórmula del 2-3. Jordi Alba la puso, Suárez amagó y se quedó completamente solo delante de Lloris, así que no lo desperdició y estableció el 2-4 definitivo. ¿Crisis? Ahora parece que menos. Ernesto Valverde respira.