El Barça goleó al Granada por 5-3 anoche en un partido que se le complicó en la segunda parte. Los de Pep Guardiola se relajaron tras el descanso y los andaluces llegaron a igualar un 2-0 en contra cuando nadie se lo esperaba. Sin embargo, apareció el de siempre, el gran Leo Messi. El argentino firmó un ‘hat-trick’ y es ya el máximo goleador de la historia del club con 234 goles.
El primero de la noche lo hizo Xavi Hernández. El de Terrassa demostró que tiene gol, que lo suyo en las últimas temporadas no es casualidad. Corría el minuto 3 de partdo y el Camp Nou pensaba ya en la goleada. Sin embargo, la cosa se complicó más de la cuenta.
Antes de que llegaran los problemas Messi marcó el 2-0 aprovechando un centro de Isaac Cuenca para ajustar el balón al palo derecho de la portería defendida por Julio César. Así se llegó al descanso.
Tras la reanudación llegó la reacción del Granada. Mainz recortó distancias con un buen cabezazo y Siqueira transformó un penalti minutos después para sembrar el temor entre los azulgrana. Sin embargo, todavía quedaban 30 minutos por delante y Messi tenía ganas de superar a César como máximo goleador de la historia del Barça. Lo logró en el minuto 68 aprovechando un buen pase a la espalda de la defensa de Dani Alves que se encargó de definir con una sublime vaselina de las suyas.
En la recta final del partido se pudieron ver tres goles más. El joven Cristian Tello sentenció la contienda aprovechando un rechace a falta de cuatro minutos para el final, mientras que Messi apareció dos minutos más tarde para llevarse el balón a casa. Un balón que vale mucho más que otros por lo que significó la noche para él.
Ya en el tiempo de descuento, Siqueira volvió a marcar de penalti engañando a Víctor Valdés. Los dos penaltis los cometió Alves, quien fue expulsado por doble tarjeta amarilla y no podrá jugar este fin de semana en Mallorca.
Con esta victoria el Barça le mete presión al Madrid, que deberá ganar esta noche en El Madrigal al Villarreal si quiere mantener la distancia de 8 puntos que le llevaba a su eterno rival antes de empezar la jornada.