El Barça no aprende y vuelve a tener pie y medio fuera de la Champions League, y esta vez parece que la cosa va más en serio. La Juventus ganó el partido de ida de los cuartos de final por 3-0 hundiendo a los de Luis Enrique, que lejos de confiar en la remontada lanzó algún que otro dardo a los suyos al ser preguntado por los periodistas.
No era para menos, ya que dio la sensación de que los italianos jugaron con más actitud. Fue muy parecido a lo que sucedió en París, una debacle sin excusas que valgan.
Dybala se reivindicó como estrella mundial
Paulo Dybala, uno de los hombres con los que sueña Robert Fernández, fue quien puso la eliminatoria patas arriba. El argentino se llevó todo el protagonismo marcando los dos goles que adelantaron a los transalpinos en el primer tiempo.
El 1-0 subió al marcador en el minuto 7, cuando Juan Cuadrado le encontró dentro del área y sin un marcaje férreo. El ex del Palermo se revolvió rápidamente y utilizó su pierna izquierda para poner el balón en el segundo palo, lejos del alcance de un Marc-André ter Stegen que se lanzó demasiado tarde.
El segundo llegó un cuarto de hora después. Dybala enganchó un balón fuera del área con potencia y calidad, esta vez sorprendiendo a Ter Stegen en el primer palo. Fue un latigazo que hizo mucho daño porque el Barça no lo estaba pasando bien.
Chiellini pudo con Mascherano
Las cosas no cambiaron tras la reanudación. De hecho, la Juventus finiquitó los cuartos de final a la salida de un córner botado por el bosnio Miralem Pjanic. Giorgio Chiellini, que anoche hizo las paces con Luis Suárez casi tres años después del famoso mordisco, remató de cabeza y encontró el poste derecho de la portería del Barça. Javier Mascherano, que era quien se ocupaba de su marca, se desentendió del balón y todavía lo está buscando. Está bien marcar al hombre, pero nunca puedes perder de vista la pelota.
La Juventus no es el PSG
Fue la sentencia. Es cierto que el Barça es un súper equipo que ya se la lio al PSG, pero no menos cierto es que la Juventus no es esa clase de equipo que se deja remontar un marcador así. Tiene jugadores de mucha calidad y con la experiencia suficiente como para no temblar si las cosas empiezan mal en el Camp Nou. Además, no hay que olvidar que conocen a la perfección la esencia del ‘catenaccio’.