Nos vamos hasta Brasil para ver la última genialidad de Ronaldinho. La estrella del Atlético Mineiro se echó el equipo a la espalda una vez más para arrancar un empate a dos ante el Fluminense. Marcó un golazo de falta que le sirve para demostrar que nunca ha perdido ese toque que le convirtió en el mejor jugador del mundo cuando vestía la camiseta del Barça.