Nos vamos hasta Brasil para ver uno de esos goles que no se ven todos los días. Lo más increíble de todo es que no lo marcó un futbolista profesional. De hecho, ni siquiera fue un jugador de una liga amateur el que se lo inventó.
Thomas Luciano, defensa del equipo cadete del Gremio, contribuyó a la victoria de su equipo ante el Novo Hamburgo por 6-0 con uno de esos goles que no se te pueden olvidar nunca.
Uno de esos goles que se ven una vez cada 30 años
Podría ser candidato al Premio Puskás que le otorgan al autor del mejor gol del año. Como podrás comprobar en el vídeo que se muestra a continuación, culminó una jugada que estaba siendo brillante de la forma más inverosímil.
Sus compañeros rozaron el gol tras una gran combinación que terminó con el balón estrellándose en el larguero. El rechace fue a parar al campo y el esférico, tras dar un bote, quedó en la espalda de Thomas Luciano, que sin pensárselo demasiado empleó la parte posterior de su bota derecha al más puro estilo Ibrahimovic para sorprender al portero, que evidentemente no esperaba semejante remate y se lanzó demasiado tarde.
Estoy seguro de que goles tan espectaculares como este se marcan en muchos campos de fútbol cada año. Antes no se grababan y se subían a YouTube con tanta facilidad, pero hoy en día eso es pan comido. Te basta con la cámara de un móvil para grabarlo y compartirlo en cuestión de minutos.