Adolescente por no decir niño. El gol que vas a ver a continuación no se marcó en el Pro Evolution o en el FIFA. Fue un gol con personajes de carne y hueso que subió al marcador durante un partido disputado entre dos equipos en edad de escuela secundaria.
Un gol al alcance de muy pocos
Se enfrentaban el Sakuyo y el Tamano Konan, dos nombres de equipos que no habrás escuchado en tu vida. El caso es que estos últimos se llevaron el partido gracias a la genialidad del número ’11’, que se sacó de la chistera un remate espectacular tras tirarle un sombrero a su marcador.
Todo empezó con un balón largo del portero que cabecearon dos compañeros hasta que le llegó al pecho. Entonces inició su recital al más puro estilo Oliver Aton, haciendo fácil lo que es casi imposible. Control, sombrero de espaldas a la portería y remate en una posición ortodoxa para clavarla por toda la escuadra. Un golazo de un chico llamado Koki Doi que podría llevarse el Trofeo Puskás sin ningún problema.