¡Una más! El Manchester City volvió a ganar, esta vez derrotando al West Ham por 2-1 en el Etihad Stadium. Pese a que perdía 0-1 al descanso por culpa de un gol de cabeza del italiano Ogbonna, los hombres dirigidos por Pep Guardiola fueron capaces de firmar otra remontada épica marcando el gol de la victoria en los últimos minutos, aunque esta vez su autor no fue Raheem Sterling.
Silva siempre está ahí
El empate llegó en el minuto 57 y fue obra del argentino Nicolás Otamendi. Los minutos pasaban y no llegaba el gol de la victoria, hasta que David Silva apareció para establecer el 2-1 definitivo que mantiene al City en lo más alto de la clasificación con 8 puntos de ventaja respecto al Manchester United.
Pase de lujo de De Bruyne
El canario no lo vio claro cuando recibió en la frontal del área y el balón fue a parar a los pies de Delph, que se lo dio a Kevin De Bruyne para que inventara algo. El belga, lejos de disparar como suele hacer a las mil maravillas muchas veces, optó por dar una asistencia de gol simplemente genial.
El ex del Wolfsburgo vio como Silva se desmarcaba y la puso a la espalda de la defensa, donde más duele. El internacional español, que corría hacia el segundo palo sin perder de vista el esférico, pudo poner su bota izquierda para superar a un Adrián que hizo un gran partido.
Ya van 20 victorias consecutivas entre todas las competiciones
Guardiola, Silva y sus compañeros estallaron de alegría. Y qué decir de los aficionados, que se ven ganando la Premier League con varias jornadas de antelación. No hay que olvidar que en estos momentos suman 43 puntos de 45 posibles, ya que solo han cedido un empate. Es una salvajada y pueden establecer un récord histórico.