Riqui Puig ha empezado muy bien su nueva andadura en el fútbol estadounidense. El flamante jugador de Los Ángeles Galaxy ya sabe lo que es maravillar a los aficionados de la MLS con una asistencia de lujo y con un gol de bandera.
El golazo se produjo ayer, durante el partido que les enfrentó a Toronto a domicilio. Perdían por 2-1 y se sacó de la chistera un disparo que se coló por la escuadra de la portería defendida por el meta local.
Empate ‘in extremis’
Sucedió en el minuto 89, lo cual justifica todavía más su alocada celebración lanzándose al césped de rodillas para posteriormente ser abrazado por sus compañeros. El de Matadepera se inventó un gol de crack, de esos que no se veían cuando vestía la camiseta del Barça.
Arrancó con fuerza desde tres cuartos y trató de combinar con un compañero, con tanta suerte que la pared se la devolvió un rival. Controló, se acomodó el balón para disparar y la puso en la misma escuadra con una rosca endiablada que dice mucho de su talento.