A Diego Forlán no se le ha terminado la pólvora. El delantero centro uruguayo no se cansa de marcar goles, y eso que justo ayer cumplió 36 años. El ex del Atlético de Madrid y el Villarreal lo está bordando en su segunda temporada en el Cerezo Osaka, un equipo que descendió a la segunda división japonesa y lucha por regresar a la máxima categoría.
Un gol que no sirvió de nada
El pasado domingo perdieron por 1-2 ante el V-Varen Nagasaki, que es el equipo que en estos momentos marca la zona de promoción de ascenso con 25 puntos. El Cerezo Osaka tiene 21 y todavía faltan muchas jornadas para que termine el campeonato, así que cualquier cosa puede pasar.
Forlán no pudo evitar la derrota de los suyos pese a que igualó el gol de Kurogi en el minuto 61. Lo hizo ejecutando a la perfección un lanzamiento de falta que era más para un zurdo que para un diestro, aunque allí el charrúa las lanza todas.
Superó la barrera con lo justo, colocando el balón muy cerca del poste izquierdo de la portería defendida por el japonés Takuo Okubo. Era un gol que les daba alas, pero en el tiempo de descuento perdieron. Kajikawa estableció el 1-2 definitivo.