La que se lió en 1989 cuando Manuel Castro, colegiado del duelo entre Santa Fe y Deportivo Pereira, dio como gol la siguiente jugada que me da vergüenza llamar gol fantasma. La pelota no llega ni por asomo a tocar la línea. Normal que este fuera el primer y último partido que dirigiera en su vida. Ni los jugadores ni el público daban crédito.