Ocurrió en Brasil, donde estaba cayendo una lluvia torrencial que empapó a todos los jugadores, incluido el portero, que se convirtió en el gran protagonista del partido por accidente.
Como verás en el vídeo que se muestra al final de este artículo, golpeó el balón con fuerza para que el delantero centro lo controlara a escasos metros de la portería rival, pero ocurrió algo que no estaba escrito en el guión.
Un día de suerte
Su saque cogió mucha altura y se envenenó nada más tocar el césped justo dentro del área rival. Allí no había ni un solo jugador, solo el portero del Nacional PR, que se quedó clavado pensando que con el bote se marcharía fuera, pero lo cierto es que acabó acariciando la escuadra tras golpear en el larguero.
Jhonatan, portero de 23 años del Operário PR, lo celebró junto a sus compañeros con cara de sorpresa. Era el segundo tanto de un partido que acabaron ganando por 1-2 para situarse en la tercera posición del Paranaense 1.