Parecía que Mats Hummels lo tenía hecho con el Manchester United. Se hablaba de cifras y de una presentación inminente, pero el central del Borussia Dortmund, al igual que Marco Reus, de momento no se mueve del Signal Iduna Park.
Fue una mala noticia para un Louis van Gaal que sabe por dónde vienen los problemas. La defensa hace aguas cada fin de semana y dependen de las prodigiosas intervenciones de David de Gea para mantenerse en puestos de Champions League.
Un valor seguro
El club conoce perfectamente cuáles son las peticiones del técnico tulipán. Una de ellas es Diego Godín, que la semana que viene cumplirá 29 años. El central uruguayo del Atlético de Madrid es uno de los mejores del mundo en su posición. Lo sabe cualquiera que haya visto unos cuantos partidos de fútbol. Va bien al cruce, sabe posicionarse, domina el juego aéreo y no suele complicarse con el balón en los pies.
¿Intransferible?
Todas esas cualidades son del agrado de Van Gaal, que pide un esfuerzo económico a los suyos de cara a este próximo verano. Enrique Cerezo, como es lógico, no está dispuesto a negociar por el charrúa, aunque en esta vida todo tiene un precio y quién sabe lo que pasará de aquí a final de temporada. Lo que es una evidencia es que su contrato no expira hasta el 30 de junio de 2018, y para eso todavía queda mucho.
La cláusula de rescisión de Godín es de 36 millones de euros, demasiado para un hombre que se acerca al ocaso de su carrera deportiva, aunque también es verdad que hay centrales que juegan hasta los 33 años a un altísimo nivel.