Steven Gerrard demostró ser un gran jugador en el partido que ayer enfrentó al Liverpool y al Nápoles en la Europa League. El crack inglés, que dicen que ya está en una etapa de decadencia futbolística, tiró del carro de su equipo para colaborar muy activamente en la victoria por 3-1. Pese a que empezaron perdiendo, en el último cuarto de hora del encuentro logró un ‘hat-trick’ de ensueño. Anfield lo tiene muy claro, sigue siendo el ídolo.