A día de hoy solo tenemos buenas palabras para describir el fútbol de Francia, que es atractivo y efectivo a partes iguales. No son la mejor selección de la historia ni de lejos, ni pretenden serlo a corto plazo teniendo en cuenta que no se parece demasiado a la Francia de Zinedine Zidane que conquistó el Mundial de 1998. Pero algo me dice que pueden hacer algo grande en este torneo, sobre todo después de sus dos primeros partidos.
8 goles en 2 partidos
Los de Didier Deschamps acarician los octavos de final después de dos buenas goleadas. Tumbaron a Honduras por 3-0 con un doblete de Karim Benzema, y ante Suiza repitieron con un 2-5 que sirve de advertencia. Tienen ganas de hacer algo grande porque la mezcla de juventud y veteranía les empuja a comerse el césped, todo lo contrario que veíamos en las caras de los jugadores de la selección española.
Ante los suizos volvió a marcar Benzema, que es uno de los máximos goleadores del Mundial de Brasil. Pero esta vez no estuvo solo, porque también marcaron Olvier Giroud, Blaise Matuidi, Mathieu Valbuena y Mohamed Sissoko. El reloj suizo se dejó machacar por el martillo francés, que poco a poco va cogiendo forma de maza y que tal vez se convierta en una apisonadora si continúa así.
Ya piensan en Ecuador
Su próximo rival será Ecuador, que todavía tiene opciones de clasificarse. Los sudamericanos vencieron a Honduras en la segunda jornada de la fase de grupos y llegan con la moral necesaria para darle un susto a Francia. Deschamps no dará descanso a sus estrellas porque todavía no lo tiene hecho, pero todo el mundo sabe que es casi imposible que se queden fuera. Tendrían que perder por cuatro goles ante Ecuador y que Suiza ganara por goleada a Honduras, algo que se antoja cuanto menos complicado.