Tremendo lo que se vivió ayer en Toulouse. Francia, que todavía no tiene su billete para el próximo Mundial de Rusia, se estrelló frente a Luxemburgo ante la incrédula mirada de sus compatriotas. No fue capaz de pasar del empate a cero con el que arrancó el choque y ahora mismo aventaja a Suecia por un punto y a Holanda por cuatro.
Los de Didier Deschamps se han complicado la vida ante el rival menos esperado, ante un combinado que está completando una gran fase de clasificación si tenemos en cuenta que en estos momentos ocupan el puesto número 136 en el ranking mundial de la FIFA.
Demasiadas ocasiones desperdiciadas
Unos 30 disparos no fueron capaces de derribar el muro de los luxemburgueses, que venían de lograr una gran victoria por Bielorrusia por la mínima, la primera en esta fase de clasificación. Se encerraron con mucho criterio y sobrevivieron a las embestidas de una de las selecciones que serán favoritas para ganar el próximo Mundial.
Antoine Griezmann falló más de una a y Kylian Mbappé no se le vio a su nivel habitual. El flamante fichaje del PSG lo intentó sin éxito. Lo mismo podemos decir de un Paul Pogba que al igual que Griezmann se topó con el poste. De hecho, hasta Alexandre Lacazette vio como le quitaban un gol que estaba cantado.
El fútbol, de vez en cuando, te sorprende con estas cosas
Luc Holtz, entrenador de Luxemburgo, reconoció en rueda de prensa que habían logrado algo histórico y que era un día glorioso. De hecho, no pudo evitar las lágrimas cuando el árbitro señaló el final del partido. No era para menos, ya que acababan de empatar ante una selección cuyo once inicial cuesta 399 millones de euros más.