Llegaron a Brasil tras un 3-0 en el partido de vuelta de la respesca y ahora empiezan el Mundial con idéntico resultado. La selección francesa debutó con muy buen pie en el torneo que está captando la atención de más de medio mundo. Goleó por 3-0 a Honduras y recuperó la mejor versión de Karim Benzema, que está recuperado de sus problemas físicos y ya es uno de los máximos goleadores del campeonato.
Benzema quiere ser protagonista
El delantero del Real Madrid acabó el partido con dos goles para contribuir de forma explícita a la victoria. Digo lo de explícito porque muchas veces lo hace de forma implícita. Juega bien pero no marca, y a la gente que no entiende de fútbol eso no le gusta. Parece que a un delantero solo se le puede medir por los goles, y hay mucho más que eso. No es justo que el típico delantero que las empuja a un metro de la línea de gol se lleve toda la gloria. Como tampoco es justo que un delantero que contribuye tanto en las jugadas de ataque sea duramente criticado.
Ayer, Karim hizo de todo. Jugó bien y marcó. Lo hizo desde el punto de penalti para abrir la lata en el minuto 45 y lo hizo con un soberbio disparo que se coló con mucha potencia en el minuto 72. De hecho, también estuvo presente en el segundo gol de su equipo en el minuto 48, el que se marcó Valladares en propia puerta. El meta hondureño quiso coger el balón tras un remate al poste de Benzema y acabó colocándolo tras la línea de gol de forma involuntaria. La tecnología del ojo de halcón, tan famosa en el tenis, por fin se utilizó en un Mundial para dar validez al tanto.
La expulsión de Palacios acabó con las opciones de Honduras
Francia hizo lo que quiso desde el primer gol. Fue así porque Wilson Palacios vio la segunda tarjeta amarilla en el minuto 45 por derribar a Paul Pogba dentro del área. Eso facilitó mucho las cosas a los de Didier Deschamps, que jugaron a placer y pudieron marcar más goles. Valladares salvó a los suyos en más de una ocasión.