Iker Casillas nació en Móstoles en 1981. Debutó con el Real Madrid el 12 de septiembre de 1999, cumpliendo así un sueño que había empezado en la temporada 1990/1991, cuando entró a formar parte del club que se ha convertido en club de su vida. Fue en un partido en San Mamés, ante el Athtletic de Bilbao. El resultado final fue de 2-2, pero los blancos merecieron perder de no ser por sus grandes actuaciones bajo palos.
Poco a poco fue ganándose la titularidad y sólo la vio peligrar en la temporada 2000/2001, cuando tuvo que vivir a la sombra de César Sánchez. Sin embargo, la recuperó tras participar en los últimos minutos de la final de la Champions League 2001/2002 ante el Bayer Leverkusen. Sus intervenciones fueron vitales.
Desde entonces se ha convertido en todo un estandarte y ya sabe lo que es ser capitán, tanto del Madrid como de la selección española. Además, seguro que no olvidará nunca cuando levantó la Copa del Mundo en Sudáfrica, un momento que quedará en el recuerdo de todos los españoles y que no sabemos si se volverá a repetir.