La presentación de Gareth Bale tuvo momentos para todos los gustos. El galés se llevó una sonora ovación por parte del público que acudió al Santiago Bernabéu, y hasta Florentino Pérez vivió su momento de gloria cuando el público coreó su nombre.
El mal trago lo pasó cuando gran parte de los aficionados mostraron su descontento por el traspaso de Mesut Özil al Arsenal. Gritaban «Özil no se vende» y les mandó callar con un gesto que las cámaras pudieron captar.