Hay que ver cómo es el fútbol. Cuando el Real Madrid rozaba el récord mundial de victorias solo se escuchaban piropos hacia los jugadores y el entrenador. De hecho, hasta se decía que Iker Casillas estaba haciéndolo mejor que hace una década. Burradas que a uno se le pasan por la cabeza cuando está eufórico, porque cuando vuelven los malos resultados las malas pulgas y las críticas florecen como los narcisos en primavera.
Comparecencia para calmar los ánimos
Florentino Pérez, más dado a los discursos galácticos que a las arengas en público, ha salido a la palestra para desmentir los rumores que hablan de una hipotética destitución. La prensa se ha cebado con el equipo tras la derrota ante el Schalke 04 y he llegado a leer que a Carlo Ancelotti le hubieran cortado la cabeza si en vez de un 3-4 hubiera sido un 3-5.
En el fútbol mandan los resultados y la memoria es muy corta. Por eso hay que ser prudentes a la hora de hablar de cargos vitalicios y de renovaciones. Lo que hoy es blanco mañana es negro. Y lo que mañana es negro pasado mañana vuelve a ser blanco. Ni antes eran tan buenos ni ahora son tan malos, pero está claro que el Madrid hoy por hoy no transmite la sensación de ser capaz de ganar tanto la Liga como la Champions League.
Cansancio físico y mental
Nadie mejor que Ancelotti puede revertir la situación, pero me temo que lo que le sucede a la plantilla no solo es psicológico, sino que también tiene un componente físico. Jugadores como Toni Kroos, Karim Benzema o Isco empiezan a estar fundidos. Piden a gritos rotaciones en partidos relativamente asequibles, pero da la sensación de que el técnico italiano no confía en lo que tiene en el banquillo. Y la verdad es que no me extraña, porque tener que apostar por futbolistas como Asier Illarramendi o Sami Khedira es delicado.
Continuará aunque pierdan en el Camp Nou
Veremos qué es lo que pasa en los próximos meses. Florentino ha hablado para decir que pase lo que pase en el Camp Nou terminará la temporada en el Santiago Bernabéu. Más allá del 30 de junio nadie sabe lo que pasará. Ni siquiera los directivos del Manchester United y el Manchester City, que por lo visto están muy interesados en contratar al técnico que se hizo con la ansiada décima Champions League.