Luis Figo volverá al Camp Nou como ya hizo cuando el Inter de Milán tuvo que jugar contra el Barça en la liguilla de la Champions League. Sin embargo, en esta ocasión no verá el partido desde el palco, sino que estará en el banquillo animando al que ha sido su último equipo como futbolista.
El portugués se sentará al lado de José Mourinho y el morbo está más que servido. La afición catalana no recibirá bien al técnico interista, pero puede que la pitada sea todavía mayor para Figo. El embajador ‘neroazzurro’ espera que no le tiren ninguna cabeza de cochinillo, aunque todo puede pasar en una noche en la que el Camp Nou se parecerá más a un infierno turco que a una ópera.
