Nada bien le sentó a Samuel Eto’o que el argentino Leandro Fernández se riera de él por haber fallado un gol cantado. El deltantero camerunés se levantó rápidamente del suelo y le cogió por el cuello. Por suerte la cosa no fue a mayores y terminaron dándose la mano y charlando como amigos. Eso sí, el delantero del Anzhi vio la tarjeta amarilla por su agresiva reacción.