Quizás sería muy duro decir que el Barça no ganará nada esta temporada por culpa de Zlatan Ibrahimovic. Pero seguramente es lo que piensa gran parte de la afición. El sueco llegó al Camp Nou como uno de los mejores delanteros del continente y no ha dado la talla, salvo contadas excepciones. La actuación del ariete ante su ex equipo en el partido de vuelta de Liga de Campeones ha reabierto el debate sobre su implicación en el proyecto del Barcelona.
Nadie pone en duda su capacidad técnica, pero seguramente es de los que menos sudan la camiseta. Sin embargo, uno de los argumentos más comunes en las críticas a Ibrahimovic es la aparente incompatibilidad con Messi. Las estadísticas confirman nuestras sospechas, el argentino no ha logrado marcar en los últimos once partidos en los que ha jugado con Ibra por delante. Lo cierto es que este jugador que llegó con aires de crack, en los dos partidos más importantes de la temporada nunca ha dado la cara. Cruyff ya tenía razón, como siempre.