Hay futbolistas que tienen suerte de ser precisamente eso, futbolistas. Raúl de Tomás, de no poder ganarse la vida dando patadas a una pelota de fútbol, no tengo muy claro qué es lo que haría con su vida porque no demuestra ser muy inteligente.
Es una pena porque es un muy buen delantero que podría haber llegado relativamente lejos. Sin ser David Villa, estamos hablando de un jugador con mucho gol que ya empezaba a entrar en los planes de un Luis Enrique que no se lo llevará al Mundial de Qatar, más que nada porque no disputará ni un solo minuto de competición hasta enero, que es cuando el Rayo Vallecano podrá inscribirlo en LaLiga.
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