José Mourinho mostró su lado más humano tras disputarse la final de la Champions League en Madrid. El técnico portugués desató toda la tensión que llevaba acumulada logrando un título que el conjunto italiano se había marcado como principal objetivo.
Pudimos verle llorar en el césped del Santiago Bernabéu, aunque mucho más emotiva fue la despedida con Marco Materazzi, uno de los capitanes del equipo.
Si el Real Madrid quiere hacerse con los servicios de José Mourinho tendrá que gastarse un dineral. Yo soy de los que piensan que Manuel Pellegrini está haciendo una gran campaña y debería seguir. Ha logrado una cantidad de puntos impresionante en la Liga y no se le puede achacar casi nada. La eliminación frente al Alcorcón fue culpa de los jugadores al 100% y en el partido del Olympique de Lyon, si bien pudo hacer algo más con los cambios, tampoco fue el máximo responsable de la debacle.
Sin embargo, hay quienes piensan que lo mejor para el club es que llegue un hombre de la categoría de Mourinho, quien prácticamente podemos decir que lo ha ganado todo como entrenador. Recientemente se ha hecho con la Coppa de Italia, puede lograr el Scudetto y también la ansiada Champions League. Eso significa que su caché sigue estando por las nubes y Massimo Moratti no le dejará marchar así como así.
El máximo mandatario interista ha querido hablar sobre todos los rumores que le sitúan en el Madrid la temporada que viene. Ha comentado que no es cierto que por 8 millones de euros pueda marcharse, sino que tendrán que pagar por él 16. Esa es la cifra que se estipuló en el contrato del portugués. Si una de las dos partes lo rompía la otra parte tenía que ser indemnizada con dicha cantidad.
Lo único bueno para los de la capital de España es que esa cifra podría ser menor si el Inter gana la Serie A y la Champions, pues tendrían que ser compensados económicamente por unas cláusulas que se fijaron cuando se llevó a cabo el traspaso de Wesley Sneijder, un hombre que está en plena forma y del que todavía se acuerdan muchos madridistas.
Simplemente brutal y fuera de lugar fue la patada que Francesco Totti le dio a Mario Balotelli. El capitán de la Roma, que tendría que ser todo un ejemplo para los niños, hizo lo que nunca debió hacer en la final de la Copa de Italia que perdieron. Como es lógico, vio la tarjeta roja y ahora le caerán unos cuantos partidos de sanción.
Según el agente de Mario Balotelli, Mino Raiola, el futbolista del Inter de Milán pudo morir en un accidente de tráfico por culpa de un sabotaje en su coche, pues le quitaron cuatro tornillos de una rueda. Afortunadamente se dio cuenta antes de emprender la marcha y pudo solucionar el entuerto. Ahora Raiola pide más protección para su jugador en unas declaraciones hechas para La Gazzetta dello Sport:
Hace unos días Mario encontró los cuatro tornillos de una rueda del coche se coche y, si no se hubiese dado cuenta, es muy probable que se hubiera matado en la carretera. El jugador tiene miedo y no se siente protegido.
Al parecer, Balotelli ya se ha disculpado por sus gestos a la grada después del partido de ida de las semifinales de la Champions League, donde protagonizó un numerito arrojando la camiseta al suelo tras el pitido final. SEGUIR LEYENDO «Balotelli pudo morir en un accidente de tráfico»
A José Mourinho le pusieron una cámara justo al lado en el Camp Nou para seguir todos sus gestos. El portugués, que en tierras catalanas siempre es mal recibido, volvió a ser uno de los protagonistas de una mala noche para el Barça. Su celebración tras el partido desquició a más de uno, incluso a Víctor Valdés.
La celebración de José Mourinho tras la clasificación del Inter de Milán para la final de la Champions League va a traer cola. El técnico portugués se fue rápidamente al sector donde se encontraban los aficionados italianos para celebrar la victoria. Simplemente alzó el brazo corriendo por el campo señalando con el dedo índica que son los número uno (o que él es el número uno, quien sabe). A Víctor Valdés no le gustó nada ese gesto y se fue a por él como una exalación. Le agarró y trató de aguar su celebración, aunque Mou le ignoró por completo y pronto les separaron.