El Real Madrid ha medio sellado su clasificación para la siguiente ronda de la Champions League. Su empate 0-0 ante el Olympiakos le permite clasificarse ganando el partido que tiene en casa ante la Lazio de Roma. La otra cara de la moneda fue el Valencia. Con el debut de Koeman en el banquillo, hicieron un partido pésimo y cayeron por 0-2 ante el Rosenborg noruego. Ahora, pasar de segunda ronda se convierte en una utopía, pues deberán de ganar los dos partidos que les quedan, en casa ante el Schalke 04 y en Stamford Bridge ante el Chelsea.
El Real Madrid hizo un partido muy aceptable en el infierno griego del Olympiakos. Los de Bernd Schuster llevaron la batuta con un gran Sneijder que sustituía a Guti pero les faltó gol. Al menos, lavaron su imagen del pasado sábado ante el Sevilla. Ahora lideran la clasificación con 3 puntos de ventaja sobre los griegos y la Lazio. Una victoria ante los italianos en el Bernabéu les aseguraría la primera plaza del grupo.
Por su parte, el Valencia sufrió una derrota inesperada y que va a traer mucha cola. El debut de Ronald Koeman en el banquillo no cambió nada y la imagen del equipo dejó mucho que desear. Iversen, con dos tantos (31′ y 58′), fue el verdugo de los valencianos. En el segundo de ellos tras un error clamoroso de Hildebrand.
Tras finalizar el encuentro, Mestalla fue un clamor contra su presidente Juan Bautista Soler. La pañolada fue de las que se quedan grabadas en la memoria. Y no es para menos…el Valencia tiene pie y medio fuera de la Champions. Cierra el grupo con 3 puntos, mientras que por encima suyo están el Schalke 04 con 5, el Rosenborg con 7 y el Chelsea con 8. Tan sólo les vale ganar los dos partidos que les quedan y esperar una carambola.
Destacar la goleada de escándalo del Liverpool ante el Besiktas. Muchos les daban por muertos y esta noche demostraron que todavía tienen vida en la competición. Emulando a sus compatriotas del Arsenal, golearon por 8-0 a un flojísimo conjunto turco. Los goles fueron de Gerrard, dos de Babel, dos del ‘espárrago’ Crouch y un ‘hat-trick’ del ex racinguista Benayoun.
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20 jugadores que juegan fuera de la liga argentina. El resto de jugadores, que se estima que serán 5, procederán de la liga del mismo país. Destaca la presencia de 12 jugadores de la liga española.
Lista completa de convocados:
La primera parte fue horrorosa para el Real Madrid. Los de Shuster ofrecieron un juego aburrido y falto de ritmo. El Bernabéu se empezaba a inquietar y se escuchaban los primeros silbidos. Mientrastanto, los de Héctor Cúper iban avisando con claras ocasiones y un disparo al poste. El juego del Madrid continuaba siendo aburrido, sin profundidad y falto de ideas. Guti no estuvo como en sus mejores ocasiones y nos volvió a enseñar su peor cara.
Betis no se amilanó y buscó con ahínco la portería defendida por Casillas. Fruto de su empuje, lograron que dos balones más se estrellaran en la madera. Primero Diarra despejando hacia su portería y después un trallazo de Mark González. Schuster hizo su tercer cambio y Sneijder se retiraba para dar entrada a Baptista. El brasileño marcaría de chilena a falta de 6 minutos para el final, tras un barullo en el área, el gol de la tranquilidad. El Betis tuvo alguna ocasión más clara pero el marcador ya no se iba a mover.
Es cierto que esta semana ante el Almería se dio una imagen pobre, pero también es cierto que la mayoría de jugadores venían de jugarse las castañas con sus selecciones (caso de los españoles) o de viajes a los confines del mundo (caso de los argentinos en Australia).
Yo le perdono, no tengo nada contra él, pero si pierdes o ganas tienes que tener el mismo respeto para todos los jugadores, porque estás en el mundo del deporte. Si no sabes perder un partido es mejor que te vayas del fútbol. Nunca en mi carrera he visto este tipo de incidentes. Estoy un poco sorprendido por la reacción de Scolari. Sé que es un buen entrenador, pero su reacción no tiene palabras, porque ni hablé con él ni nada. Sólo hablé con Quaresma y, en ese momento vi que Scolari quería pegarme, pero no sé por qué fue esa reacción del entrenador portugués.
Schuster quiso quitarle importancia al asunto: