El Bayern de Múnich volvió a conquistar la Bundesliga tras ver como el año pasado se la llevaba el Stuttgart en una temporada desastrosa para los bávaros. El alirón se produjo gracias a un empate a cero en campo del Wolfsburgo. Los locales fueron quienes llevaron la iniciativa y merecieron la victoria. Sin embargo, el gran oficio de los de Múnich les convierte en campeones a 3 jornadas para que se termine el campeonato. Su más inmediato perseguidor, el Werder Bremen, se sitúa a 10 puntos.

Tras el pitido final se desató la euforia. Como suele ser habitual en las celebraciones de este laureado club alemán, la cerveza se convirtió en la gran protagonista. Litros y litros fueron bebidos por los jugadores y otros tantos fueron derramados por encima de directivos, cuerpo técnico y también jugadores. Karlheinz Rummenigge, presidente del Consejo Directivo, bromeó para la cadena Premiere diciendo que Bastian Schweinsteiger estaba en venta después de que el jugador le salpicara con cerveza por sorpresa mientras concendía la entrevista a pie de campo.

Quien también estaba muy feliz era Franz Beckhenbauer, presidente del club germano:

Yo creo que habría que tomársela. Pero esto se ha convertido en una tradición y no hay nada que hacer. En todo caso, es bonito ver como al conquistar el títulos los jugadores, que son gente adulta, se alegran y celebran como niños.

Ottmar Hitzfeld, entrenador del Bayern, tampoco ocultaba su felicidad tras volver a ser campeón con su equipo de toda la vida:

Ha sido una temporada muy especial porque las expectativas eran muy altas. La directiva invirtió mucho dinero y por eso la presión de ganar títulos era enorme. Ser campeón de Alemania es algo maravilloso. Me alegro mucho por el club. Logramos el objetivo de volver a ser el número uno en Alemania. También me alegra mucho poder entregarle a Juergen Klinsmann un muy buen equipo que sin duda la próxima temporada estará luchando los primeros lugares.

¡¡¡Felicidades al Bayern de Múnich!!!