Los de Santiesteban tuvieron que trabajar de lo lindo ante una selección francesa que atesora el mayor poderío físico de todo el campeonato. Sin embargo, ocasiones claras (aunque pocas) no faltaron.
A los 4 minutos, Aarón Ñíguez se inventaba una vaselina desde fuera del área que se estrellaba contra el larguero. El rechace fue recogido por Emilio Nsue pero se durmió y después no supo definir ante Carrasso. Nsue volvió a tener una clara ocasión minutos más tarde pero su disparo ‘mordido’ se perdió lejos del palo derecho de la portería gala.
Lo de Emilio Nsue no tiene explicación. Es la gran mentira de la selección. Es el delantero centro titular y todavía no ha marcado ningún gol en el Europeo. Suponemos que en Mallorca habrá tenido mejores actuaciones.
En la segunda mitad España volvió a tener un par de ocasiones claras. Un remate que Othon sacó bajo palos y un gol anulado a Aarón por fuera de juego. Los franceses tan sólo dispusieron de una ocasión clara que Felipe sube desbaratar.
El mismo Felipe sería substituido por lesión por el guardameta del Valladolid Sergio Asenjo.
España desperdició por mediación de Sanjosé la oportunidad de llevarse el partido en la prórroga. No fue así y, inevitablemente y contra la voluntad de los jugadores españoles, llegaron los penaltis. Los españoles estuvieron más acertados y se llevaron la tanda por 4-2.
Mañana jugarán la gran final ante Grecia a las 20:00. España y Grecia curiosamente se enfrentaron en el tercer partido del grupo de clasificación. El resultado fue de 0-0 y el partido levantó ampollas por las supuestas sospechas de un amaño del resultado que clasificaba a ambos para las semifinales.