La selección española no tuvo su debut soñado en la Eurocopa 2012. Empató ante una Italia muy rocosa que supo hacer las cosas bien para tener muchas opciones de victoria. El equipo de Cesare Prandelli llegó a controlar el partido por momentos y se adelantó en el marcador. Sin embargo, una genialidad de los nuestros hizo que el encuentro terminara en tablas.
El césped del estadio de Gdansk fue una vergüenza. Estaba demasiado alto y seco, algo que desde luego perjudicaba más a España que a Italia. El balón no fluía con la rapidez habitual y las jugadas trenzadas se quedaban en nada. El famoso «tiki-taka» no se podía practicar.
Vicente del Bosque sorprendió con su alineación. No colocó a ningún delantero centro, dejó en el banquillo a los tres que tiene y apostó por Cesc Fábregas como falso 9. En mi opinión fue una apuesta que no dio sus frutos, pero también es verdad que ahora mismo ningún delantero te inspira la confianza suficiente como para tener muy claro que debe jugar sí o sí.
Las ocasiones brillaron por su ausencia en la primera mitad. Tan sólo un remate de cabeza de los italianos que desbarató Ikes Casillas y alguna que otra llegada de ‘La Roja’ sin demasiado peligro para Gianluigi Buffon.
Fue en la segunda mitad cuando se pudieron ver los dos únicos tantos del partido. El veterano Antonio Di Natale hizo el 0-1 aprovechando un buen pase de Andrea Pirlo al espacio. Con mucho temple, el delantero del Udinese batió a Casillas con un disparo ajustado que dio muestras de su enorme capacidad para definir.
Era el minuto 59 y la reacción no tardó en llegar. Tan solo 3 minutos más tarde David Silva se inventó un pase sensacional para Cesc que le dejó frente a Buffon. El futbolista del Barça remató con su pierna izquierda poniendo el 1-1 que a la postre sería el marcador final. Fernando Torres tuvo tres ocasiones de gol muy claras en el último cuarto de hora, pero demostró no estar nada fino fallándolas. Veremos si Del Bosque le da otra oportunidad en el próximo partido ante Irlanda.
