El fútbol albanés pasa por una situación muy delicada. Tras quedar fuera de la Eurocopa 2008 (algo normal que era de esperar), el primer ministro del país, Sali Berisha, ha declarado públicamente que los resultados de los dos últimos partidos de clasificación fueron amañados y que los jugadores son una pandilla de mafiosos.
Viendo los dos últimos fracasos la mejor solución es la disolución de la selección, a pesar de que Albania pueda ser expulsada de los dos organismos internacionales, la UEFA y la FIFA. Mejor no estar representados por un cierto tiempo que representarnos como mafiosos.
Albania cayó por 2-4 ante Bielorrusia y 1-6 ante Rumanía. Esto provocó la destitución del veterano entrenador croata Otto Baric y las posteriores quejas del presidente del país. Ante todo esto, la Federación Albanesa de Fútbol (FSHF) ha querido dejar claro que no está nada de acuerdo con la postura de Berisha y que defenderán a sus jugadores a muerte.
Si eso fuera verdad, seríamos los primeros en condenar con toda la fuerza el acto y suspenderíamos todas las actividades futbolísticas dentro y fuera del país.